Informe de batalla - Fase II de la Campaña: Golpe de mano

El humo salía a borbotones de las chimeneas de los laterales del Rhino plagado de sellos y runas demoníacas. En su interior los guerreros fieles al cruel Dios de la Sangre, Khorne, aguardaban en silencio. Un silencio denso y cargado de tensión, previo a la batalla. El paladín habló mientras se ajustaba las cadenas demoníacas que su señor le había otorgado.

"Sí... la bendición Khorne ha recaido sobre mí. ¡Los mataré a todos!" vociferó mientras el resto de sus dementes compañeros agarraba sus hachas sierra y las hacían rugir con aprobación. "¡Cráneos para el trono de cráneos!"

"¡Cráneos para el trono de cráneos!" respondieron. El rhino dio un respingo al superar unas rocas y el comunicador interno resonó con la voz de su señor demoníaco. El enemigo, estaba al fin a alcance.

Muy buenas a todos, lectores, seguidores y jugones de Warhammer Profanus, hoy traigo otro informe de la campaña que se está llevando a cabo empleando el sistema de WP. Tras la incursión contra el portal de los Eldar y el derramamiento de sangre provocado por las huestes del doctor Neura, este fin de semana ha tenido lugar una intensa batalla entre las fuerzas de los Devoradores de Abraxas y los Sombras de Karadon. La batalla ha tenido lugar empleando la misión Golpe de mano, especialmente diseñada.

La partida

El sargento de escuadra oteó por encima de las ruinas hacia la oscuridad. El resonar era cada vez más fuerte pero el amanecer estaba cada vez más cerca. Miró los datos de su auspex y se giró hacia su compañero de la escuadra de devastadores armado con un lanzamisiles.

"¿Están listas las armas, Aethon? Esos dementes herejes estarán sobre nosotros en breve."

"Sí, señor. Los augures indican el acercamiento a toda velocidad de una punta de lanza blindada enemiga."

"De acuerdo, formación de ataque R-X-Beta-3. Recibámosles como se merecen."

"¡Por el Emperador!" vociferaron todos al unísiono.

"Y que Su luz nos proteja" murmuró el sargento.

El sol de Anathael se alzó en lo alto y cuando las brumas se dispersaron los restos de la batalla quedaron al descubierto. Los cadáveres agujereados de los Devoradores de Mundos y los Sombras de Karadon estaban esparcidos por doquier, su sangre cubría el follaje y las rocas de las ruinas mientras el viento ululaba por la espesura. El land Speeder Venganza sigilosa frenó sobre los restos ensangrentados de una escuadra de guerreros del Capítulo rodeada de los humeantes restos de un rhino de las fuerzas traidoras y decenas de cadáveres de Berserkers abatidos a disparos. De entre aquellas pilas de muertos una mano embutida en servoarmadura se agitó débilmente.

El guerrero corrió por entre los restos, bólter en mano, hasta el cuerpo mutilado de uno de los hijos del Capítulo.

"Hermano..." empezó a decir este. "El portal, van hacia el portal. Les guía el destructor rojo... el des..."

Sus movimientos se apagaron mientras se precipitaba hacia atrás lentamente, inerte. El guerrero hizo el saludo del águila y volvió al vehículo, donde el artillero aguardaba impaciente.

"¿Y bien? ¿Qué hacemos ahora?" comentó este sin dejar de rastrear los alrededores con las armas del speeder.

"Volvemos a la base. Necesitamos refuerzos si queremos parar esta locura."

La victoria fue para Javistóteles.